miércoles, 9 de enero de 2019

Alerta consumismo: ¡que viene, que viene!


  Rebajas, gangas, oportunidad, chollo, descuento, "vendo barato, barato"... términos que vienen a decir lo mismo pero que en realidad nos hacen entrar en una espiral de gasto y desenfreno del que pocos somos capaces de escapar.


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Rebajas y descuentos varios
   Y en que en estas fechas tan señaladas hay un tema del que no podemos dejar de hablar, especialmente ahora que las navidades se han acabado y que es tiempo de reflexión, y de que empiecen las rebajas. 

  Hay quien reza para poder torear la tan temida cuesta de enero, pero se lanza en forma de flecha a la primera ganga que le es puesta en los morros. Y la razón última de este comportamiento inconsciente es que somos seres impulsivos por naturaleza, no analizamos lo que tenemos en frente. Con sólo plantarnos un cartel que ponga "al 50% de descuento" queremos tener ese aparato de gimnasia pasiva pero por una muy buena y sesuda razón: cumplir nuestro propósito de año nuevo de hacer ejercicio.

  Y sólo hay que analizar el bombardeo publicitario al que somos sometidos en plena cuesta de enero precisamente para, por lo menos, intentar poner en marcha ese plan faraónico para 2019 que suele quedar en papel mojado: spots publicitarios con ofertas maravillosas para apuntarse al gimnasio, productos para dejar de fumar sin apenas esfuerzo alguno, mil maneras de aprender inglés y cómo abandonarlo antes de que empiece febrero, comida para la nueva dieta que nos surgen después del último atracón navideño, etcétera.

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Consumismo
  Pero esto no es todo ni mucho menos. Lo mejor está ya en cualquier parte en la que se pueda anunciar algo, desde la televisión hasta las marquesinas de los autobuses, porque ya están aquí las temidas rebajas de enero en las grandes superficies, según las cuales prácticamente nos regalan la ropa o la tecnología que nos ofrecen. Y, ¡ oh que casualidad! que arrancan justo cuando termina el período en el que hasta el menos detallista se lanza a hacer un regalo. Que ya hay que ser cabroncetes.

 Hasta tal punto se nos va de las manos que la gran mayoría de gangas "súper rebajadas" que logramos cazar solo responden al principio de "comprar por comprar", o peor aún, me voy a dar de ostias por coger esas bragas y no me importa si me tengo que llevar a una vieja por delante, por poner un ejemplo tonto. 

  Nos volvemos seres irracionables, que se mueven por una especie de impulso incontrolable y animal, que nos deja fuera de nosotros mismos. Pero que conste que la culpa no es solo nuestra, también tienen gran parte las grandes superficies que quieren exprimir hasta el último aliento y ahorro que tengamos y que se saben todas las triquiñuelas para hacernos picar. 

  Así que un consejo simple: mucho cuidado con aquello que nos venden como una oportunidad única de rebajas, ya que según Rubén Sánchez (portavoz de FACUA - Consumidores en Acción), en torno a un 86% de consumidores ha detectado rebajas falsas, según datos de una encuesta realizada por esta asociación. Además, en una entrevista en el programa de La Mañana de la 1 sobre el período de rebajas de 2018, Rubén Sanchéz declaró lo siguiente: "Hay demasiadas manipulaciones de etiquetados, demasiados productos que hoy cuestan 50 euros y hace dos semanas también costaban 50 euros; pero hoy se inventa que tienen una bajada de precio".

  En definitiva, no os estoy diciendo que no os compréis nada en rebajas, todo lo contrario. Es momento para aprovechar, pero siempre con cabeza y cosas que necesitemos de verdad. Comprar de forma compulsiva no aporta nada vital a nuestro día a día, es otra forma de tenernos entretenidos y de sacarnos los cuartos.